"Ia estaba esperando junto al monumento de Cristóbal Colón
al final de la Rambla de Barcelona. Una cantidad ingente de turistas y
habitantes de la ciudad paseaban disfrutando de aquel magnifico día. Un día
radiante y luminoso. Había muchas paraditas donde se vendían libros, y mucha
gente apelotonada en cada uno de los stands; amigos, familias y sobretodo
parejas que curioseaban los títulos de los volúmenes expuestos y casi todo el
mundo se llevaba un ejemplar como mínimo. No importaba el tema: novelas
históricas, amor, ciencia ficción,
fantasía, novela negra,… lo importante era que al menos ese día, la chica le
regalaba a su chico un libro y este a ella una rosa como muestra de amor y
cariño.
Por fin Ia vio llegar a su chico al lugar de la cita. Llegaba
tarde. No le sorprendía. Siempre estaba liado en algún asuntillo del que no quería
hablar y ella tampoco necesitaba saber más.
- Hola guapa! – saludó Jan a su chica. Ella le respondió
con una tímida caída de ojos y un “hola” susurrado. Él la tomó con sus fuertes
manos por la cintura, se aproximaron y le dio un cálido beso.
Sólo Jan la había hecho vibrar. Su vida no había sido un
paseo por las nubes nunca y cuando lo conoció, fue como volver a nacer. Ningún
mal vivido, ni su precaria situación de vida y la de su hermano, refugiados en
Barcelona de Serbia, eran importantes cuando estaba a su lado.
- Toma, Jan. – Ia le dio un paquete envuelto a su chico,
este lo abrió sorprendido - Ya sé que leer no te va mucho, nunca te he visto
leer un libro, ni tan sólo el periódico pero… me han contado que hoy es típico
hacer este tipo de detalle a la persona que quieres y…
- Joder, tía… no me lo esperaba – el motero de chupa de
cuero puso los ojos en blanco – muchas gracias – terminó de desempaquetar el
libro - ¡Guau! ¡Es genial! ¡Es un.. una “Guía de Supervivencia en Lugares
Extremos: Antartida”!
- Bueno… en realidad no sabía que libro regalarte, no sé cuál
es tu historia de la infancia preferida o el libro que te marco, así que he
pensado en regalarte un libro práctico. Espero que te sirva a ti y tus amigos
en vuestro viaje.
- Jajaja – Rio Jan alegremente sorprendido – esto no me lo
hubiera esperado nunca. Pero yo no tengo nada para ti, sinceramente, pensé que
estos rollos no te iban y la verdad es que a mí tampoco… no soy un tipo muy
romántico, lo siento – confesó avergonzado.
Ia no se sorprendía. Tampoco llevaban saliendo mucho
tiempo. Y la relación tampoco era del todo seria. Sus vidas no eran fáciles.
- No te preocupes, cariño, no pasa nada. Tampoco el libro
es una maravilla – dijo Ia apartándose un mechón de pelo de su rubia melena.
- Bien, pues nada entonces. Todo arreglado. Vamos a pasar
un momento antes de ir a cenar por el bareto, ¿vale? Le prometí a Raven que pasaría
para arreglare una cosilla del local.
Ia accedió fácilmente. No le apetecía pasar por su lugar
de trabajo un día que estaba cerrado y libraba, pero su chico siempre iba corto
de dinero, igual que ella, y cualquier trabajo extra era siempre bien recibido.
Llegaron en poco tiempo. Jan tenía su moto aparcada muy cerca y en pocos
minutos llegaron a la puerta del pub. Jan abrió la puerta trasera. Estaba
oscuro. Aquel local de ambiente gótico parecía un mausoleo a cualquier hora del
día. Jan la acompañó hasta la barra y le dijo que esperara. Ella no necesitaba
mucha ayuda, era bastante ágil y tenía muy buena vista, pero su chico era todo
un caballero. De pronto una música ligera y agradable empezó a sonar de fondo. Un
aroma a rosa que no parecía provenir de ningún lugar se esparcía por todas
partes. Las luces de ambiente se encendieron. El suelo del local estaba cubierto
de pétalos de rosa dibujando un sendero hasta una mesa individual iluminada por
la luz candida de unas velas. Jan apareció a su lado, la tomó de la mano y la
acompaño hasta la mesa. La ayudó a sentarse.
- Esta noche, tú serás la invitada de esta casa. Tú serás
la estrella. Tú eres especial para mi – Jan sacó de algún lugar oculto un hermoso ramo de rosas rojas y
se lo ofreció – Feliz Sant Jordi.”
He aquí un dibujo de Sant Jordi con un estilo infantil y desenfadado. Es también de hace unos cuantos años. Creo que es el primer Sant Jordi que he pintado. Poco a poco, pondre cosas antiguas, hasta llegar a la actualidad :)
He aquí un dibujo de Sant Jordi con un estilo infantil y desenfadado. Es también de hace unos cuantos años. Creo que es el primer Sant Jordi que he pintado. Poco a poco, pondre cosas antiguas, hasta llegar a la actualidad :)
Me encanta el dibujo :)
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